El 12 de junio de 2014 se llevó a cabo una jornada de convivencia entre el IES Beneche de Yeste, y su sección de Nerpio. Jornada de multiaventura, en colaboración entre una empresa local de ocio y tiempo libre (SeguraAventura).
Se trató de 4 actividades, donde iban rotando 75 alumnos divididos en 4 grupos.
Las actividades fueron:
-Piragüa (SeguraAventura)
-Rápel volado al embalse de la Fuensanta (SeguraAventura)
-Tirolina (Ciclo de Conducción de Actividades Físico Deportivas en el Medio Natural)
-Juegos Populares (Ciclo CAFDMN)
Comenzamos a las 11 de la mañana hasta las 14:30 con el grupo de alumnos. Aunque los preparativos de la tirolina ya los comenzamos a realizar el día de antes, dejándola montada por la tarde noche del miércoles. Y_ a las 8 y media de la mañana ya estábamos retocándola. Y acabar de desmontar y recoger terminamos a las 16 horas, pasadas. Todo un currazo
De momento, solo puedo decir que todo salió perfecto. Que a los chicos les encantó. Y que cuando tenga fotos las subiremos
Un saludo de parte de Federico, Andrés, Jorge y Arturo, los profesores responsables de esta actividad.
viernes, 13 de junio de 2014
PRÁCTICA ESPELEO PUENTE DE LOS VIZCAÍNOS Y VISITA IES "EL BONILLO"
El jueves 5 de junio Andrés y yo (Arturo) volvimos a organizar una de las prácticas ya clásicas en este ciclo. La práctica de espeleo y rápel volado en el puente de los Vizcaínos.
Día de bochorno, calor asfixiante pero menor que en el día anterior, el miércoles 4 de junio, cuando un grupo de alumnos de El Bonillo (Albacete) nos hicieron una visita, para los que organizaron una carrera de orientación nuestros alumnos del ciclo, que acababa precisamente en el Puente de los Vizcaínos. De ahí volvían al autobús, que les llevaba al puente de la Vicaría donde montaban en piragüa.
Pero lo que nos ocupa es la práctica de espeleo y rápel, que salió perfecta. Con una anécdota que nos quedará para el recuerdo. Después de que todo el alumnado hubiese hecho las prácticas, sólo quedaba uno. Que se acercó dispuesto al rápel, que acababa en mitad del pantano de la Fuensanta. A unos 20 metros de la orilla. Nuestra sorpresa fue mayúscula, de órdago, cuando a medio camino confiesa que no sabía nadar....qué nervios!!!! Un grupo de compañeros entraron en el agua y le ayudaron a salir fuera. Toda una barbaridad. La mayor temeridad nunca vista. Entrar voluntariamente en una masa de agua con profundidad de decenas de metros, sin saber cómo vas a salir....demasiado.
Aquí os dejo unas imágenes de lo que fue la práctica:
Día de bochorno, calor asfixiante pero menor que en el día anterior, el miércoles 4 de junio, cuando un grupo de alumnos de El Bonillo (Albacete) nos hicieron una visita, para los que organizaron una carrera de orientación nuestros alumnos del ciclo, que acababa precisamente en el Puente de los Vizcaínos. De ahí volvían al autobús, que les llevaba al puente de la Vicaría donde montaban en piragüa.
Pero lo que nos ocupa es la práctica de espeleo y rápel, que salió perfecta. Con una anécdota que nos quedará para el recuerdo. Después de que todo el alumnado hubiese hecho las prácticas, sólo quedaba uno. Que se acercó dispuesto al rápel, que acababa en mitad del pantano de la Fuensanta. A unos 20 metros de la orilla. Nuestra sorpresa fue mayúscula, de órdago, cuando a medio camino confiesa que no sabía nadar....qué nervios!!!! Un grupo de compañeros entraron en el agua y le ayudaron a salir fuera. Toda una barbaridad. La mayor temeridad nunca vista. Entrar voluntariamente en una masa de agua con profundidad de decenas de metros, sin saber cómo vas a salir....demasiado.
Aquí os dejo unas imágenes de lo que fue la práctica:
RUTA VADO DE TUS - LOS CHORROS
El pasado 29 de mayo de 2014, realizamos una ruta de trekking que nos condujo desde la aldea de Tus, hasta el aparcamiento de Los Chorros, cruzando todo el Calar del Mundo. Todo un Parque Natural, en primavera, en todo su esplendor.
A pesar de que las elevadas temperaturas de las últimas fechas, de la falta de agua, de que ya de por sí esa altiplanicie que es el Calar no suele ser un vergel, sí que encontramos una alfombra verde, con tonalidades amarillas por partes. No lo de otros años. Este año es diferente. Es especial, pero no por positivo.
Comenzamos ruta sobre las 9:00 de la mañana, cuando el autobús nos dejó en la aldea de Tus, y echamos a caminar por la conocida como "Cuesta de las Peladillas", que serpentea en paralelo al arroyo de Tus. Comenzaba a hacer calor, esos primeros 500 metros de desnivel se antojaron duros. Pero la verdad es que en la ruta que nos ocupa, sólo lo es en ese punto.
Una vez arriba, nos dirigimos hacia la fuente de los Tornajos, donde almorzamos cerca de las 11 de la mañana. Desde ahí, continuamos ruta dirección Noreste hacia El Argel, cima de este Calar del Mundo, que mira los alrededores desde los 1694 metros. Desde ahí, comenzamos descenso hacia el Pozo de la Bomba. En ese camino, encontramos una cueva oculta entre la vegetación. 50 ó 60 metros de cueva, que conducían a una charca de agua cristalina, un remanso de paz en la profunda oscuridad. Salimos de nuevo a la claridad del día para seguir camino a dicho Pozo, donde comimos y echamos una mini siesta. Día de temperatura espléndida, algo nublado, algo de viento, paz enturbiada por los cánticos atempestivos de nuestro alumnado. No todo podía ser perfecto.
A las 3 reiniciamos marcha hacia el Tejo Vivoreros. Una torca con vegetación única. Otra estampa en la retina y de ahí a nuestro Cortex. Para siempre. Qué bonito! Y ya en la última etapa del viaje, la más dura por las muchas horas transcurridas, hacia el Mirador de los Chorros, desde donde descendimos por una escarpada ladera hacia la senda de acceso a la Cueva. A la que entramos, buscando esa imagen que convierte en único este nacimiento, todo un río saliendo de la profundidad de una cueva de decenas de kilómetros. Pocos metros que nos hablan de cómo de maravillosa ha de ser esta cueva. A las seis y media en el parking, donde esperaba el bus, para el regreso a Yeste.
Un saludo de parte de los profesores Federico, Andrés y Arturo
A pesar de que las elevadas temperaturas de las últimas fechas, de la falta de agua, de que ya de por sí esa altiplanicie que es el Calar no suele ser un vergel, sí que encontramos una alfombra verde, con tonalidades amarillas por partes. No lo de otros años. Este año es diferente. Es especial, pero no por positivo.
Comenzamos ruta sobre las 9:00 de la mañana, cuando el autobús nos dejó en la aldea de Tus, y echamos a caminar por la conocida como "Cuesta de las Peladillas", que serpentea en paralelo al arroyo de Tus. Comenzaba a hacer calor, esos primeros 500 metros de desnivel se antojaron duros. Pero la verdad es que en la ruta que nos ocupa, sólo lo es en ese punto.
Una vez arriba, nos dirigimos hacia la fuente de los Tornajos, donde almorzamos cerca de las 11 de la mañana. Desde ahí, continuamos ruta dirección Noreste hacia El Argel, cima de este Calar del Mundo, que mira los alrededores desde los 1694 metros. Desde ahí, comenzamos descenso hacia el Pozo de la Bomba. En ese camino, encontramos una cueva oculta entre la vegetación. 50 ó 60 metros de cueva, que conducían a una charca de agua cristalina, un remanso de paz en la profunda oscuridad. Salimos de nuevo a la claridad del día para seguir camino a dicho Pozo, donde comimos y echamos una mini siesta. Día de temperatura espléndida, algo nublado, algo de viento, paz enturbiada por los cánticos atempestivos de nuestro alumnado. No todo podía ser perfecto.
A las 3 reiniciamos marcha hacia el Tejo Vivoreros. Una torca con vegetación única. Otra estampa en la retina y de ahí a nuestro Cortex. Para siempre. Qué bonito! Y ya en la última etapa del viaje, la más dura por las muchas horas transcurridas, hacia el Mirador de los Chorros, desde donde descendimos por una escarpada ladera hacia la senda de acceso a la Cueva. A la que entramos, buscando esa imagen que convierte en único este nacimiento, todo un río saliendo de la profundidad de una cueva de decenas de kilómetros. Pocos metros que nos hablan de cómo de maravillosa ha de ser esta cueva. A las seis y media en el parking, donde esperaba el bus, para el regreso a Yeste.
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