lunes, 13 de junio de 2011

TRAVESÍA POR EL "CALAR DEL MUNDO"

Una imagen vale más que mil palabras. La de este tejo milenario resume los sentimientos del pasado jueves 2 de junio.
La travesía comenzó en la aldea de Tus, ascendiendo al calar de El Mundo por la senda de gran recorrido que lo atraviesa, en un primer momento serpenteando junto al cauce de un arroyo. Ya en el calar, las vistas eran inmejorables. En un amplio espacio con forma de artesa, encontramos un tornajo que nos transportó a otra época (no tan lejana por estas tierras). Como "tarde no era, y prisa no teníamos" desde ahí ascendimos a la cima de el calar de El Mundo, El Argel. Con unas vistas espléndidas, sobre todo de una vistosa flora, y tras un repostaje técnico en forma de bocadillo(después de muchas súplicas), anduvimos hacia el lugar del descanso vespertino en forma de minisiesta (ya avisó Andrés, "echar las esterillas"). El lugar elegido, idílico, como siempre. La fuente de El Espino. Más propia del lejano oeste que de Yeste, para sacar el agua de la poza había que "bombear" con una palanca. Eso sí, con la amable compañía de millones de mosquitos y con resultado infructuoso. Era el sitio elegido para llenar las cantimploras. Menos mal que no hizo calor...ni gota de agua!!!!
Dirección nuevamente norte, ya en busca de la cueva de Los Chorros, emblema de la Sierra del Segura, paramos para visitar diferentes árboles propios del norte de España.... arces, robles, tejos, olmos..... Esta flora tan variada y tan impropia de estos lares, se debe a las formaciones geológicas kársticas de la zona, con las típicas torcas o dolinas, dentro de las que se encontraban.
Al llegar al mirador de los Chorros, a 1500 m de altura, se puede contemplar una basta extensión de terreno, frente a la cueva. Pero lo que impresiona es el "abismo" que aparecía delante de nosotros, ya que el aparcamiento al que teníamos que llegar se encontraba a poco más de 900 metros. Cualquiera, aunque no sea bueno en matemáticas, puede imaginarse que ese gran desnivel no es apto para personas con vértigo.
Desde el mirador, buscamos la senda que entra en la cueva, desde donde nos asomamos a esa maravilla de la naturaleza. Aquí tuvimos la suerte de ver a un grupo de cabras como "escalaban por una pared vertical a más de 200 metros de altura con más soltura de la que llevamos la mayoría de nosotros a pie llano.
Desde la cueva, al autobús. Anécdota final a parte, que no vamos a recoger aquí porque incumbe sólo a los interesados (Andrés y yo, Arturo), un día espléndido. Una buena manera de acabar el curso....

La suerte estuvo con nosotros como observamos en esta imagen, con un cielo cubierto en parte por unas nubes que nos acompañaron todo el día, refrescándolo.




En El Argel, disfrutando de las vistas



Mario, JJ y Álvaro Almansa después de la primera subida del día.



Menudo grupo!!!! aquí estábamos ya sobre el calar, a unos 1500 m de altitud


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